¿Te has sentido últimamente muy estresado o deprimido?
¿Tienes dificultad para conciliar el sueño?
¿A veces sientes que tu cuerpo te pide comer dulces…, chocolates…o carbohidratos… y nada te sacia?
La causa de este problema podría deberse a la deficiencia de un químico en tu cerebro, llamado “serotonina”.
La buena noticia es que la solución la tienes TÚ y está en tu dieta.
La serotonina es un poderoso neurotransmisor, que se sintetiza a partir del triptófano, contenido en los alimentos.
Para mantener los niveles óptimos de serotonina en el cerebro, los especialistas señalan que consumiendo triptófano, se promueve la liberación de la serotonina ya que éste, es un aminoácido presente en alimentos como: el pavo, pollo, leche, queso, pescado, huevos, tofu, soja, semillas de ajonjolí y
de calabaza, nueces, chocolate, dulces, pan, cereales y proteínas animales.
de calabaza, nueces, chocolate, dulces, pan, cereales y proteínas animales.
También aumenta con el ejercicio físico, la vida al aire libre. Con niveles óptimos, se duerme mejor y se tiene mejor memoria, porque este neurotransmisor ayuda a concentrarse y a recordar.
Sin embargo, para sintetizar serotonina, el cuerpo necesita además de triptófano, ácidos grasos omega 3, magnesio y zinc. Por tal motivo, alimentos ricos en magnesio como los plátanos, las nueces, las legumbres, las verduras y el germen de trigo, también son considerados antidepresivos naturales, ya que actúan favorablemente, para el aumento de la serotonina.
Cuando nos sentimos frustrados, es nuestro cuerpo el que impulsa las ganas de tomar como “estimulante” una pizza rica en carbohidratos o un pastel de chocolate, para satisfacer su necesidad de despejar el torrente sanguíneo y hacer que nuestro cerebro sea receptivo a la absorción del triptófano que crea la serotonina.
Los cuatro “alimentos felices” naturales más efectivos son el chocolate, los plátanos, la piña y el chile o el pimiento.
Ciertas frutas y verduras son ricas en serotonina, pero el acceso de serotonina exógena al sistema nervioso no es fácil debido a la barrera hematoencefálica del cerebro. Sin embargo, sendas moléculas se sintetizan a partir del triptófano, un aminoácido que sí atraviesa con facilidad esta barrera cerebral.
Los alimentos ricos en proteínas, en general, también lo son en triptófano (pescados, huevos, pollo, pavo); además de otros como legumbres (en particular la soja y sus derivados, como el tofu), los frutos secos (nueces, cacahuetes...), las semillas (sésamo, pipas de calabaza) y algunas frutas (plátano, piña y aguacate).
Al mismo tiempo, los carbohidratos desencadenan una respuesta en la secreción de insulina que mejora la biodisponibilidad de triptófano en el sistema nervioso central. Para sintetizar la serotonina y para que se dé una buena conexión nerviosa, el organismo, además de triptófano, requiere de otros nutrientes como los ácidos grasos omega 3 y oligoelementos como el magnesio y el zinc. El pescado azul, las nueces y las verduras de hoja verde tampoco deberían faltar de la dieta.
Tener en cuenta estos aspectos dietéticos puede resultar de interés a personas susceptibles a sufrir depresión o a quienes tienen problemas para conciliar el sueño.
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