martes, 25 de marzo de 2014

LEYENDAS URBANAS


Buenas tardes blogueros!

Hoy hablaremos sobre las "leyendas urbanas" sobre nutrición más comunes. Si quieres tener un cuerpazo este verano, te recomendamos que no te creas los siguientes tópicos que van de boca a boca pero son totalmente falsos

Aquí os dejamos un ranking con los errores más comunes:


1.- El pan engorda
: ¿Cuántas veces has escuchado eso de “yo no como pan porque engorda”? Cuando la gente se pone a dieta, lo primero que hace es quitarse el pan: el pan es lo que engorda. No es cierto, lo que engorda, es el hecho de que tenerlo sobre la mesa aumentará las posibilidades de que sucumbamos a esa rica salsa, que acompaña nuestros platos, y con eso sí acabemos engordando.

2.- Hay que evitar el pan y la pasta: No hay que descartarlos, sino consumirlos de forma moderada y sin mezclar con otros alimentos ricos en grasas, (como la salsa del párrafo anterior). La recomendación es tomar 6 raciones de cereales al día, siendo preferibles los integrales a los refinados.

3.- Los alimentos integrales no engordan: No es del todo correcto. Sí es cierto que, aportan más fibra, vitaminas,
minerales y componentes bioactivos, (cuya ingesta beneficia a la salud) que los no integrales y provocan mayor sensación de saciedad. Esto provoca que comamos una cantidad menor al“sentirnos
más llenos”. Por sí mismos no facilitan la pérdida de peso; podremos adelgazar si reducimos las cantidades ingeridas, pero nunca comiendo un tipo de alimento determinado.

4.- No beber agua durante las comidas: ¿Por qué? El agua, al no contener nutrientes, no aporta calorías. Tomar agua durante las comidas, no sólo ayuda a mejorar el estado de hidratación, sino que también, aumenta la sensación de saciedad. Así pues, es recomendable beberla si estamos haciendo dieta y nuestro objetivo es sentirnos más saciados.



5.- Evitar las legumbres: Es un error desterrarlas de los menús. Cocinadas con hortalizas o arroz aumenta el valor nutricional y disminuye el contenido calórico. Además, tienen fibra y alto poder saciante.


6.- Tomar fruta después de las comidas engorda:
Es falso. La fruta tiene bajo contenido calórico. Tiene el mismo si se toma antes, durante o después de las comidas. Existe el riesgo de dejar de consumirla y eso, a la larga, puede provocar deficiencias nutricionales. 

7.- Los plátanos, uvas o higos tienen muchas calorías: Cierto es que son más calóricos que la manzana o la pera pero, en cualquier caso, no llegan a 70 kilocalorías por cada 100 gramos de porción comestible.

8.- El aceite de oliva no engorda: Como todos los aceites, tiene un contenido energético de 9 kilocalorías por gramo, por lo que su consumo debe moderarse, especialmente en las dietas de adelgazamiento. Pero, debe prevalecer debido a su alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados y sustancias antioxidantes, relacionados con una disminución del riesgo cardiovascular.


9.- Es imprescindible poner fin a los dulces y a los caprichos: Lo realmente necesario es plantearnos otro tipo de vida en la que estemos mucho más activos y adquiramos unos hábitos más saludables. Por supuesto, es preciso limitar el consumo de este tipo de alimentos, pero hay que diferenciar entre privación total y consumirlos de forma ocasional. Poner límites estrictos en la ingesta de los alimentos más deseados suele ser contraproducente.


10.- Saltarse una comida adelgaza: También es falso. Es posible que incremente en gran medida el hambre y acabemos comiendo de manera descontrolada durante la siguiente comida, consiguiendo precisamente lo contrario que nos proponíamos. También es inexacto creer que cuanto menor sea el número de comidas al día, más controlamos el peso. Lo ideal es repartir la ingesta diaria en 5-6 comidas y no omitir ninguna. Ayuda a tener menos apetito entre una comida y otra y elimina la tentación de picar, además de aumentar la ingesta de vitaminas, minerales y fibra y disminuir el consumo de grasa.


11.- Prohibido mezclar hidratos y proteínas: Falso. “Lo que conseguimos con este tipo de costumbres es perder peso en poco tiempo, dado que dejamos de comer calorías”, que después se recuperarán con rapidez. Por ello, hacer una dieta disociada nunca será la mejor manera de adelgazar.

12.- Decidir a la ligera empezar una dieta: Es preciso estar dispuesto a no volver a engordar. Adelgazar requiere esfuerzo, compromiso y voluntad. Perder una gran cantidad de peso no será un camino de rosas, será duro y, en ocasiones, se deseará abandonar. Por eso es tan importante trabajar nuestra motivación, y saber gestionarla a lo largo del tiempo cuando la dieta empiece a cansarnos, o cuando los objetivos se resistan a hacer acto de presencia.

Esperamos que nuestros consejos os sirvan de ayuda para comenzar una dieta, o simplemente para manteneros en forma.
Si tenéis cualquier duda no dudéis en escribirnos.


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